En el caso del maíz, la merma sería de 1,6 millones de toneladas, según informó la Bolsa de Comercio de Rosario. En Córdoba los rindes no sufrirían tanto; al sur de Río Cuarto faltan unos 50 mm de lluvia
La Bolsa de Comercio de Rosario recortó en 300.000 hectáreas su estimación de siembra de soja. De 18,8 millones de hectáreas ahora prevé la superficie en 18,5 millones de hectáreas. Además, bajó en 2,5 millones de toneladas, de 54,5 a 52 millones de toneladas su previsión de cosecha de la oleaginosa. En maíz, el recorte sería de 1,6 millones toneladas frente a los 41,5 millones estimados hace un mes.
Según un cálculo de Gustavo López, analista de Agritrend, por la sequía el país podría perder más de 3200 millones de dólares versus el ciclo pasado. Mientras tanto, en toda el área agrícola se espera un alivio para este fin de semana, ya que en algunos lugares ya comenzó a llover y las precipitaciones se generalizarían hoy y mañana.
El año pasado, según la entidad la cosecha nacional de soja fue de 57,3 millones de toneladas, con lo cual si se la compara versus el año anterior la merma sería mayor: 5,3 millones de toneladas.
“En el caso de la soja, el retraso en la evolución de las labores de siembra recorta el nivel de superficie sembrada a 18,5 millones de hectáreas. Se tratan de 300 mil ha menos”, indica la entidad.
Agrega que hay siembras pendientes en Buenos Aires sobre el límite de las posibilidades, con la cual el área “podría seguir cayendo de no concretarse las lluvias que se esperan”.
“Los últimos acontecimientos tienden a enmarcar a la campaña en un ambiente de baja a moderada productividad, con muchos problemas por estrés termo hídrico. La sequía cubre a todo el país excepto al sur de Santa Fe, al centro y sudeste de Córdoba y al sudeste bonaerense”, precisa el reporte.
En este contexto, según la Bolsa de Comercio de Rosario la cosecha sería de 52 millones de toneladas.
Respecto del maíz, la entidad recortó la proyección de cosecha de 41,5 millones de toneladas hace un mes a 39,9 millones de toneladas.
Córdoba, bien
Desde Córdoba, en tanto, la Bolsa de Cereales (Bccba) pronosticó un buen desarrollo de los cultivos estivales en la provincia de Córdoba, como el caso de la soja, maíz, sorgo y girasol, a pesar de la falta de agua.
No obstante, el informe de la Bccba advirtió que el déficit hídrico podría tener mayor impacto en el cultivo del maíz, al sostener que la falta de agua provocaría menor número de granos y, consecuentemente, menos rendimiento al momento de la cosecha.
El relevamiento de la entidad detalló que sólo en el sudeste cordobés las lluvias estuvieron por encima de los niveles de 2017, pero que todo lo contrario ocurrió en el resto de la provincia, donde la situación de los recursos hídricos se encuentra entre escasos y de sequía.
A pesar de ese cuadro de situación, generado por el estrés hídrico y térmico por las altas temperaturas, la Bolsa de Cereales de Córdoba afirmó que los cultivos continúan su desarrollo con “buen estado general”, y que los más críticos son el maíz y el girasol.
Testimonios riocuartenses
El licenciado David Tonello, vicepresidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, comentó que por la zona los cultivos están comenzando a mostrar algunas consecuencias por una situación de sequía que recién empieza a hacerse sentir, sobre todo en campos del sur del departamento. “Creo que esto se soluciona si se cumplen los pronósticos de lluvias más generalizadas para este fin de semana”, afirmó, para destacar que sí hay campos complicados por la tormenta de piedra del 26 de diciembre, por las zonas de Achiras y La Barranquita, donde por suerte se pudo resembrar.
“Algún poquito más de sequía se puede observar de San Basilio al sur, afectando a lotes de maíz de primera, que está floreciendo o ya florecido –que es cuando más agua necesita- y lo que es de segunda está aguantando mejor”, precisó.
Explicó el dirigente ruralista que esta zona no recibió las lluvias ocurridas sobre fin de año, por lo que están necesitando ya de alguna precipitación importante.
Hugo Príncipe, dirigente de la SRRC y contratista rural, dijo que por su cambo, ubicado en la zona de La Brianza, La Gilda y San Ambrosio, los cultivos están al límite: “no sobra humedad pero tampoco están muy dañados. Los que más sufren son los maíces de primera, que están floreciendo”.
Explicó Príncipe que la soja tiene varias posibilidades de floración, entonces lo que no florece en enero puede hacerlo en febrero, cuando ya hayan caído algunas lluvias.
Consideró entonces que en la zona están haciendo falta unos 50 mm de lluvia para encaminar los cultivos del primera y permitir el crecimiento de los que se sembraron tarde.
Expectativas ganaderas
Consultado sobre un informe de los grupos CREA donde se afirma que en campos mixtos la ganadería puede dar mejor resultado que la agricultura, David Tonello dijo: “Es lo que los ganaderos siempre estamos esperando, pero por el momento el precio de la hacienda lleva casi dos años `planchado`. La semana pasada tuvo un ligero repunte pero en estos días volvió a bajar, así siempre estamos esperando alguna mejora. Las perspectivas son buenas porque el mundo demanda carne argentina”.
En cuanto a la permanente vigencia de los planteos mixtos, Tonello dijo que eso es cierto al oeste y hacia el sur de Río Cuarrto. En el resto de la zona, la agricultura fue llevando al productor hacia el monocultivo, pero la expectiva de volver a la ganadería “siempre está”, concluyó.
La tragedia del fuego
Recién venido de La Pampa, donde estuvo cosechando trigo, Hugo Príncipe describió un paisaje dantesco, ya que estuvieron trabajando en un establecimiento llamado “Atahualpa”, donde había 1.000 ha de trigo. “Acabamos de cosecharlo y a la semana se prendió fuego –explicó- para añadir que, como en la mayoría de los casos, el incendio se habría generado por la caída de algún rayo sobre los rastrojos o los pastos secos”, afirmó.
“Es lamentable ver cómo la gente corta rápidamente los alambres para que los animales puedan escapar del fuego. Las vacas escapan pero los caballos no salen por sí solos del lote, se quedan allí. Y también se ve cómo se prenden fuego las pequeñas crías de ñandú. Es muy triste, pero es así, ver el avance de un incendio es terrible. Muy triste”, precisó el productor y contratista rural.
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