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Granos: buen escenario para el maíz

Estados Unidos ha sido un país determinante a la hora de ponderar la oferta global de maíz

La importancia relativa de Sudamérica en la plaza sojera internacional está fuera de discusión. Pero cuando se trata de evaluar su incidencia en la plaza maicera, Chicago pareciera estar subestimando nuestra relevancia.

Hoy por hoy, cuando se habla de la evolución de las cotizaciones del maíz en los próximos meses, el tema excluyente es el clima en EE.UU. y las estimaciones sobre la cosecha del ciclo 2018/2019 (en plena siembra). Siempre ha sido así para estas épocas, porque Estados Unidos ha sido siempre un país determinante a la hora de ponderar la oferta global de este forrajero.

Si bien es cierto que continúa siendo el principal productor y exportador mundial con una participación en el comercio global de entre el 35 y el 40%, es importante destacar que Brasil y la Argentina sumados vienen ganando posiciones en dicho ránking, al punto tal que las naciones sudamericanas este año representan un porcentaje similar al estadounidense. O sea, el consumo mundial de maíz continúa creciendo, pero EE.UU. está estancado en sus exportaciones hace varios años y Sudamérica (Brasil y la Argentina, en realidad) viene aportando una oferta creciente y sostenida.

La Argentina crece y Brasil aumenta muy fuerte su famosa safrinha (maíz de segunda sobre soja). Pero sucede que en la actual campaña (2017/2018) ambas naciones han tenido ajustes productivos importantes por problemas climáticos que recortarán sus exportaciones y, entonces, las colocaciones externas estadounidenses serán mayores que las estimadas por el USDA y los stocks de cierre de EE.UU. no serán tan holgados.

Ello es muy importante, toda vez que los stocks estadounidenses son el verdadero termómetro de Chicago. Si además tenemos en cuenta que se espera un recorte en la superficie de maíz respecto del año anterior y a ello se le suma el retraso ya verificado en el avance de las tareas de siembra de la nueva campaña, hay espacio para las dudas. La implantación tardía suele tener correlato en los rindes finales.

En definitiva, un combo interesante. Final con menores stocks, menor área, siembra tardía y posible ajuste en los rindes de Estados Unidos. Más temprano que tarde el USDA tendrá que corregir sus estimaciones. En nuestra opinión, el cuadro de situación descripto permite que el productor argentino de maíz mire el escenario de precios con justificado optimismo. Si el clima en los próximos meses en EE.UU. no es perfecto, entonces sería muy prometedor el escenario para el año próximo. Para seguir con atención.

Enrique Erize, presidente de Nóvitas SA.

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