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Oportunidades en maíz: bioeconomía, conocimiento digital e híbridos para etanol

En el marco del Congreso Maizar, investigadores del INTA Balcarce junto a expertos de la Universidad de Buenos Aires y la Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires presentaron los avances en una investigación sobre las características del grano y de los componentes de la biomasa que inciden sobre los rendimientos teóricos del bioetanol. En el país más de un millón de toneladas del cereal se usa para este fin.

Para la producción se usan híbridos seleccionados por su alto rinde por hectárea. “Pero, hasta ahora, no se seleccionaron específicamente para usos energéticos”, dijo Guillermo Eyherabide, coordinador del programa nacional de Cereales y Oleaginosas del INTA Pergamino.

Según el INTA, si bien el rendimiento de grano por hectárea es el principal criterio para tener en cuenta en la elección de un cultivar de maíz, está comprobado que las características composicionales del grano pueden modificar la cantidad de etanol obtenible por kilogramo de grano.

Para el experto, esa variabilidad genética podría aprovecharse para producir híbridos especialmente desarrollados para el mercado de biocombustibles.

Destacó la necesidad de “ampliar el grado de conocimiento sobre cuáles serían los caracteres más relevantes, su matriz de correlaciones genéticas, la predictibilidad del rendimiento de etanol de los híbridos en base a las características de sus líneas progenitoras”.

En esta línea, definido un tipo de maíz para etanol se podría desarrollar un producto específico. “Estos avances posibilitarían el desarrollo de una nueva generación de cultivares especialmente desarrollados para el mercado de biocombustibles líquidos, sin desmedro de sus buenas características de alta producción de grano por hectárea”, expresó Eyherabide.

Oportunidades

En el congreso se remarcaron las distintas oportunidades para la cadena del sector, con la bioeconomía, el agregado de valor y el avance digital.

“Tenemos recursos naturales, biomasa, conocimiento científico y tecnológico, desarrollo de biotecnología: estamos trabajando en una plataforma de crecimiento basada en lo que sabemos hacer”, afirmó Ramiro Costa, subdirector ejecutivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

En la foto que acompaña a esta nota se puede ver a Costa junto al secretario de Alimentos y Bioeconomía Andrés Murchison, Eduardo Trigo y el economista Roberto Bisang.

Costa hizo hincapié en que los nuevos negocios que se generan en la bioeconomía tienen nuevos desafíos. “Tiene que haber una señal de mercado para que aparezcan los precios; se va a requerir que ese sea el factor ordenador, el que dé comienzo, con marcos regulatorios adecuados que generen ambiente y tener acceso a bienes y servicios”, precisó.

“Estamos pasando del agro a la bioeconomía. Cambió la oferta y es muy difícil que se replique lo que pasó en los últimos 20 años, con el desmonte y la incorporación de hectáreas baratas a la agricultura”, dijo el economista Roberto Bisang, responsable del próximo Censo Nacional Agropecuario. “Del lado de la demanda también hay cambios, con límites a los combustibles fósiles, aparición de biomateriales, con el maíz a la cabeza, y el ingreso de los nutracéuticos y probióticos en alimentos”, agregó.

En el evento, Basf realizó una presentación sobre la situación actual y futura del maíz y la necesidad de comprender las características particulares del cultivo en los diferentes ambientes, teniendo en cuenta la diversidad de climas, materiales genéticos y la presencia de enfermedades.

“Hoy el conocimiento es la gran economía, ya que podemos asegurar la fusión de la tecnología digital con la biología. Es por esto, que nuestro desafío como cadena es potenciar el paradigma del conocimiento y exportarlo en granos de maíz o subproductos de alto rendimiento por hectárea”, explicó Aimar Pena, gerente de cultivo de la firma.

Agregó que la firma lanzó el proyecto BASF 4.0 “para impulsar la transformación de la empresa y aprovechar las oportunidades de digitalización. Los equipos expertos identifican campos de aplicación prometedores para el uso inteligente de datos y tecnologías digitales para luego probarlos en proyectos piloto y preparar el despliegue en toda la compañía”.

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