El campo cierra una de las campañas más brutales de los últimos años, tras una sequía que ha generado pérdidas que se calculan entre los US$6000 y los US$7500 millones. En este marco, Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA, pronosticó mejores noticias con respecto al clima para la próxima cosecha en el evento Negocios del Campo , organizado por LA NACION.
“Comienza una campaña muy promisoria en cuanto a disponibilidad de agua. Los suelos están en óptimas condiciones”, remarcó. Aunque dijo que “a partir del Centro Oeste hay sectores deficitarios”, señaló que los caudales de la Cuenca del Plata oscilan en valores normales y que en altas cumbres se están registrando nevadas muy buenas que pueden “favorecer estos oasis productivos del Oeste.”
Para julio, añadió Mercuri, se esperan temperaturas medias superiores, con un invierno “más climatológico” y una rápida salida a primavera. Si bien continuarían las heladas, serían más leves y breves. El Niño, por su parte tendría “un comportamiento neutro o débil”. “Existe un 65% de chances de que se produciría un calentamiento leve del Pacífico”, agregó el director del CIRN, quien igualmente afirmó que las predicciones podrían variar.
Al referirse a desafíos y oportunidades para minimizar riesgos, el especialista pidió hacer una gestión integral del agua, observando la situación del agua en el suelo, la dinámica de napas y la tendencia climática estacional; trabajando en la conservación del agua en el suelo y la gestión de cuencas para los sistemas de alerta temprana, promoviendo un nuevo enfoque en el uso de datos y un mayor manejo agronómico.