En ese período se exportó por 9.755 millones de dólares, la cifra más alta desde 2016. Sin embargo se advirtió que se perdió terreno con los países competidores por “la carencia de políticas activas que promuevan la producción de soja y su industrialización, y el incremento de la carga tributaria”.
La liquidación de divisas del sector agroindustrial ascendió en abril a US$ 3.031 millones, monto que duplicó los ingresos de un año atrás, mientras que a lo largo del primer cuatrimestre marcó un total de US$ 9.755 millones, la cifra más alta desde 2016 para el período, informó hoy la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
“El dato más relevante es el récord histórico absoluto alcanzado en el ingreso de divisas, por un total acumulado US$ 9.755 millones en el primer cuatrimestre”, con lo que se sobrepasó en US$ 1.707 millones la anterior marca máxima, alcanzada en enero-abril de 2016, con US$ 8.048 millones.
“La liquidación de divisas récord en el primer cuatrimestre es consecuencia del fuerte aumento de las exportaciones”, destacó el Monitor Agroindustrial de Ciara-CEC.
Las exportaciones de aceite de soja tuvieron una fuerte reactivación durante enero (638.398 toneladas), febrero (442.786) y marzo (483.687), lo que totalizó en el primer trimestre 1.564.870 toneladas.
“Esta cifra es récord histórico absoluto para el período considerado, lo que responde a la firme demanda por aceite de soja a nivel mundial”, remarcó el análisis.
Las exportaciones de harina de soja también tuvieron un fuerte aumento en el marzo (2.277.903 toneladas), febrero (1.865.225) y enero (2.392.176), con lo que se sumaron envíos récord en el trimestre, por 6.535.203 toneladas.
Según el informe, el nivel de uso de la industria (molienda real versus la capacidad teórica máxima), tuvo una “fuerte recuperación” en el trimestre, con valores cercanos al 59% y 62%, luego de haber llegado al mínimo histórico del 15% durante diciembre pasado.
El monitor de Ciara-CEC destacó que la Argentina dispone de la mayor capacidad instalada de procesamiento de soja orientada a la exportación de aceites y subproductos, en comparación con la que disponen Brasil y Estados Unidos.
A pesar de ello, advirtió, “se ha perdido terreno en relación con los países competidores, por la carencia de políticas activas que promuevan la producción de soja y su industrialización, y el incremento de la carga tributaria”.
En ese sentido el informe consideró que el objetivo es “procesar en la Argentina todo el volumen de soja posible, para exportar empleo argentino e industrializar el agro”.
“Competir con el mundo actual es complejo, más aún cuando se venden productos procesados. Por eso es importante políticas activas a favor del agregado de valor, que nuestros competidores sí tienen (carencia de retenciones, por ejemplo)”, consideró por último el monitor agroindustrial.