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BUENAS PRÁCTICAS AGROPECUARIAS: “Estamos en el buen camino y vamos por más”, dice Juan Cruz Molina

Con unos pocos meses desde su puesta en marcha y habiéndose realizado un centenar de jornadas de capacitación en 80 poblaciones de la provincia, el Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias muestra un interesante avance y esta semana se realizaron los primeros pagos a 171 productores que certificaron 592 prácticas.

El pago de los primeros beneficios se concretó este miércoles en la ciudad de Córdoba. Se entregaron $ 4.111.047, con un promedio para cada productor de 24 mil pesos. El acto fue presidido por el ministro de Agricultura y Ganadería, Sergio Busso, acompañado por sus pares del Gabinete Productivo: Roberto Avalle, de Industria, Comercio y Minería; y Walter Robledo, de Ciencia y Tecnología.

“Desde que este programa comenzó a rodar allá por el mes de abril, se han sumado 2.318 productores, que adhirieron 3.059 unidades de manejo. Esto se traduce en que en un área de más de 670 mil hectáreas se ejecutan Buenas Prácticas Agropecuarias”, señaló Busso, quien se mostró sumamente satisfecho con el crecimiento que ha tenido el plan en tan pocos meses.

 

Las prácticas elegidas

 

En diálogo con PUNTAL Tranquera Abierta, el ingeniero Juan Cruz Molina, secretario de Agricultura de la provincia, indicó que las prácticas consideradas “blandas” o más vinculadas con lo social, como la capacitación y el asociativismo, a las que adhirieron los 171 productores que ya cobraron sus beneficios, suman 285 prácticas, siendo las más numerosas. “Si yo sumo asociativismo con conservación de suelos y capacitación, me representan el 48% de las prácticas totales”, afirmó.

Entre las prácticas “duras”, relacionadas directamente con el trabajo a campo, mencionó que la rotación con gramíneas ocupa 110 de las 592 prácticas (casi el 20%), y si se le suman las pasturas implantadas, llegan al 27% del total.

Explicó el ingeniero Molina que económicamente surge otra distribución, porque al hacer la valoración de cada una de las prácticas con el Ieral de Fundación Mediterránea, se lo hizo en función de los costos, de lo que le podría llegar a costar al productor poner en marcha cada práctica. “Teníamos que ver la manera de que la adopción de las prácticas “duras” fuera también atractiva en cuanto a recuperación de costos, para ayudar a la toma de decisiones. “Es por eso que la rotación con gramíneas, que representa casi el 20% de las prácticas, económicamente representó el 44% de los algo más de 4 millones de pesos que se pagaron esta semana. Si sumamos gramíneas más pasturas, que son dos de las prácticas que más nos interesan, se llevan juntas algo más de 2.400.000 pesos”, afirmó, para destacar que si bien las prácticas “blandas” representan casi el 50% del total, las que requieren de inversión en el campo se llevan la mayor parte del dinero.

 

Capacitación

 

Destacó, por otra parte, el impacto que tuvo la capacitación en el éxito del programa, ya que se realizaron 101 actividades en 80 localidades, con 4.100 productores capacitados, “los que nos pone muy contentos porque significa que hemos llegado a mucha gente”. Estas capacitaciones estuvieron a cargo de más de 150 disertantes, en su mayoría profesionales o referentes en temas relacionados con las BPA, más de 50 periodistas “que nos dieron una mano en la difusión”, y 320 ingenieros agrónomos, veterinarios o administrativos que actúan como facilitadores. “Son números duros pero ayudan a mostrar cómo se están comportando los productores agropecuarios y ver cómo afrontamos el nuevo desafío que implica convencer al resto”, puntualizó.

Consideró Molina que el despliegue realizado en cuanto a capacitaciones ha sido sumamente efectivo, ya que se ha logrado instalar el tema de las BPA en la comunidad agroalimentaria, “lo que se ha logrado en gran medida gracias al apoyo de nuestras entidades “socias” como son las entidades del campo, los grupos CREA, Aapresid, los colegios profesionales, cooperativas, todas la que de alguna manera se involucraron en este proceso”, destacó.

“La idea ahora –señaló- es llegar a ejecutar la mayor parte posible de los 70 millones de pesos presupuestados para el Programa de BPA, para después ver la manera de extenderlo, incluso con mayor presupuesto si fuera necesario, que fue lo que expresaron tanto el gobernador Schiaretti cuanto el ministro Busso, en la visita que hicieron en la semana a la ciudad de Laboulaye”.

Aclaró, en tal sentido, que también se está discutiendo cuáles serían las prácticas que se podrían agregar a las siete que hoy están vigentes. “Estaría bueno que los productores vayan evolucionando dentro del programa y que cada vez vayan adhiriendo a nuevas prácticas, como si hubiera alguna especie de correlatividad entre ellas. Estaría bueno que en 5 años, por ejemplo, pudiéramos tener unas 20/25 prácticas dentro del programa y se comprometieran con ellas la mayoría de los productores agropecuarios de la provincia”, concluyó.

PUNTAL TRANQUERA ABIERTA