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Río Cuarto, entre las zonas del país con mayor déficit hídrico

Lo señala un informe de Agroindustria de la Nación que ubica al departamento como uno de los que menos lluvias recibió en los últimos meses. Los agrónomos advierten que, si no mejora, el maíz lo sufrirá

Es zona de contrastes el sur de Córdoba. La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agroindustria emitió esta semana su último informe sobre las condiciones climáticas y alertó por el déficit hídrico que atraviesan algunos sectores de la zona núcleo del país, en particular Río Cuarto.

Esta región es uno de los puntos críticos que tiene el mapa publicado en ese estudio oficial. “En la región pampeana las lluvias fueron escasas, con algunos acumulados en general inferiores a 10 milímetros durante la última semana.

En la mayor parte del área maicera (maíz temprano) los almacenajes actuales se clasifican como regulares a adecuados”, señala el informe.

Justamente el maíz es uno de los cultivos que está en pleno desarrollo en aquellos lotes que optaron por variedades de primera o tempranos. A partir de la próxima semana comenzarán a sembrarse aquellos tardíos o de segunda, aunque esto último dependerá de que se den nuevas precipitaciones.

Ayer, el ingeniero agrónomo y vicepresidente de la Sociedad Rural, Francisco Demarchi, admitió que “si bien hubo lluvias durante todos los meses del año, en octubre y noviembre tenemos claramente un déficit”, apuntó.

Los maíces de primera están en pleno crecimiento y se encuentran en el desarrollo de su cuarta o quinta hoja. Por eso hasta aquí la demanda de agua de la planta no fue demasiada y en general la reserva acumulada del invierno alcanzó a cubrir las necesidades. Sin embargo, el interrogante comienza a partir de ahora, si las lluvias no recuperan sus niveles normales.

Demarchi destacó que de los 90 o 100 milímetros del promedio de octubre, sólo llovieron 40 milímetros. Y en noviembre, cuando se esperan registros de 110 o 120, apenas se acumularon 70. A eso se suma una gran cantidad de días ventosos que profundizaron la escasa humedad en el ambiente. En ese sentido, José Marcelino, agrónomo y extitular del Inta Río Cuarto, remarcó que “el viento baja la humedad y se convierte en una bomba extractora de agua. Agrava la situación”, sintetizó.

Para Marcelino, “la campaña había comenzado muy bien porque veníamos de un invierno con buen nivel de humedad y los perfiles estaban cargados. Por eso la siembra empezó muy bien hasta que después el agua empezó a ser insuficiente”.

“Lo que tenemos es un problema si es que las lluvias no mejoran porque las plantas comienzan a crecer, lógicamente requieren mayor cantidad de agua, y los días serán cada vez más calurosos”, subrayó Demarchi.

La situación llevó a que en los últimos días la siembra de soja se haya detenido esperando también que se recarguen los perfiles. Los agrónomos explicaron que “se está demorando esta etapa porque los trabajos no se pueden realizar por la baja humedad en el primer perfil del suelo”.

PUNTAL