Dirigido a las autoridades e invitados especiales, leído en el acto inaugural:
La Sociedad Rural de Río Cuarto les da la bienvenida a su 64ª Muestra de Otoño y aprovecha este espacio para invitar a todos ustedes, autoridades, dirigentes políticos e institucionales, e invitados especiales, a dejar de lado intereses individuales y concentrar nuestros esfuerzos en las verdaderas políticas de Estado que necesita nuestro país.
No podemos soslayar la fuerte responsabilidad que a todos nos compete en los tiempos que vivimos. Ello implica hacernos cargo de errores recurrentes arrastrados por varias décadas, que determinaron la ocurrencia de círculos viciosos que vuelven y vuelven a empezar.
Se trata de errores en políticas económicas que, entre otras cosas, llevan a: un abultado déficit fiscal, fuertes distorsiones de precios relativos, deformaciones en la estructura de costos de cualquier empresa o economía familiar, y lógicamente terminan en ajustes que llevan implícitos sus propios desajustes.
Son errores gravísimos, que sólo han dejado por herencia una cultura prebendaria e inflacionaria, que supera aun a las mejores leyes económicas. Una economía que a pesar de ser pretendida como una ciencia social resulta muy inflexible a la relación emisión-inflación. Impuesto inflacionario que hace inviable cualquier proyecto de crecimiento y desarrollo de una sociedad.
Entendemos que ha llegado el momento de dar respuesta a aquellos que depositan en nosotros toda su confianza, pero que son, en verdad, quienes sufren las consecuencias de las políticas implementadas.
Es por ello que desde nuestra institución vemos con beneplácito que entre, otros temas, se consideren algunas leyes que deben analizarse de forma urgente e inmediata, como lo son la Ley de Defensa del Consumidor y la Ley de Defensa de la Competencia. Las cuales no sólo aportan soluciones completas y preventivas, sino que también promueven una cultura correctora en el mercado de bienes y servicios, apuntando a evitar y sancionar la cartelización de los mercados y los abusos de posición dominante de los mismos.
Con ello se evitarían, por ejemplo, las diferencias abismales de precio entre el productor y el consumidor, o la remarcación inconsistente con su consabida escalada inflacionaria, al tiempo que haría posible que se produzcan cambios profundos en la estructura económica de nuestro país y que esos cambios incluyan a todas las regiones y sus habitantes. Cambios que deben ser apoyados en el aumento sostenido de la producción, su transformación y la exportación del complejo agro industrial. Teniendo además la capacidad de incluir clusters regionales en todo el país, a la agricultura familiar, a la integración eficiente de las producciones y a la transformación de la materia prima en origen, relativizando así el costo de flete de larga distancia y romper, en definitiva, con la dinámica de expulsión territorial de los trabajadores.
Todo lo expuesto lleva a un fuerte compromiso público – privado que invitamos a asumir y estar, de esta manera, a la altura necesaria para concretar integraciones de largo plazo y sostenibles en el tiempo.
MUCHAS GRACIAS.
COMISIÓN DIRECTIVA SRRC