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Ingaramo: “La situación empezará a mejorar con la cosecha gruesa”

“Sin embargo, no será suficiente para una reactivación plena, porque estaremos en un año electoral”, dijo el economista al disertar en las Jornadas “Granaderas” en la Rural de Río Cuarto. Preocupa la caída de Macri en las encuestas

El economista Jorge Ingaramo dijo ayer en la Sociedad Rural de Río Cuarto que todas las miradas están puestas en lo que apunta a ser una excelente cosecha gruesa que puede “mover la aguja” en materia económica. El cambio, sin embargo, no tendrá un gran impacto porque al estar en un año electoral, difícilmente se modifique el panorama tributario porque los políticos necesitarán dinero para sus campañas.

Ingaramo fue el disertante principal de las Jornadas “Granaderas” organizadas por la Bolsa de Cereales de Córdoba y la Federación de la Industria Frigorífica (FIFRA), con el apoyo del IPCVA, donde además el licenciado Gustavo Agusto, de la BCCBa y economistas de una consultora privada, analizaron las perspectivas agrícolas y ganaderas.

Consideró Ingaramo que el país está en el comienzo de una “estrategia de estabilización” que está dando algunos resultados, porque logró una nueva aprobación del Fondo Monetario Internacional, y que fuera iniciada por el Banco Central el 1º de octubre y que apunta al déficit fiscal cero. “Es decir que tenemos una política fiscal y monetaria bastante consistente, que dará buenos resultados pero será dolorosa”, afirmó.

Dijo entonces que a su juicio irá bajando la tasa de interés, despacito, mientras que la inflación lo hará “bastante más rápido”, mientras que la actividad económica se irá recuperando lentamente, a partir de abril/mayo, cuando entre la próxima cosecha gruesa.

“Lamentablemente, ahora se ha complicado mucho el panorama político, porque hay dudas sobre el futuro político de la Argentina, especialmente sobre la reelección o no de Macri. “Y también hay dudas sobre la posibilidad del regreso de Cristina Kirchner, situación que complica la posibilidad de lograr financiamiento externo para las empresas y para el Estado, y eso implica un riesgo país alto”.

Estimó, no obstante, que esto puede ir mejorando a medida que se note alguna mejora económica que incida para que Cambiemos mejore un poco en las encuestas, con lo que a partir de abril es probable que la situación esté más tranquila.

Buena siembra

En cuanto a la situación del sector agropecuario, el licenciado Ingaramo manifestó que está en pleno desarrollo lo que se presenta como una siembra muy buena, porque el tiempo está acompañando, y prácticamente todos los productores están cumpliendo con sus planes de siembra. “Y algunos productores del norte, del Chaco y de Santa Fe, ya están cosechando el trigo, con lo que se espera una cosecha muy buena”.

Un punto en contra, explicó, es la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que está empujando los precios de la soja a la baja, mientras que el dólar está muy fuerte en el mundo y eso también complica los números. “O sea que tendremos una muy buena cosecha, a diferencia del año pasado, pero con precios deprimidos”, advirtió, para mencionar que lo único que podría cambiar la tendencia es que se solucione el conflicto comercial entre las dos grandes potencias. “Pero esto parece poco probable porque ya pasa de castaño oscuro, porque ya no son amagues. No es el ‘agarrame que te pego” como se hacía al comienzo, sino que ahora se puso más complicado. Pero bueno, vamos a ver ahora si hay alguna novedad en el G20”, puntualizó.

“Volviendo al campo, yo creo que la situación mejorará el año próximo porque también irá aumentando el precio de la carne y de la leche, gracias a la mejora en las exportaciones. No será, seguramente, una mejora impactante porque estará signada por el año electoral y además no hay instrumentos de reactivación económica como para cumplir con el déficit cero. Eso será un freno para la implementación de políticas activas que puedan mover a la economía”, afirmó Ingaramo.

Sobre las retenciones

Comentó el profesional que, aunque el Gobierno cumpla con su promesa de mantener sólo por dos años las retenciones a las exportaciones, la espera “será muy dura”. “¿Son dos años, no? Hay pasarlos. Y mientras tanto, sería de esperar que la situación mejore y si eso ocurre y se empiezan a recaudar impuestos genuinos, como los de la venta de autos, podría mejorar. En los últimos meses, la caída de la venta de los autos se tradujo en la fuerte caída en la recaudación de impuestos internos. Si con la entrada de nuevos modelos, a partir de enero, la situación cambia, y aumenta la venta de autos, aumentará también la recaudación por impuestos internos y ahí se podrá ver si se pueden sacar las retenciones”, puntualizó, para aclarar que, por ahora, son la única alternativa.”Ni la provincia ni la Nación estuvieron estuvieron dispuestos a hacer recortes importantes en el gasto público. Más del 70% del ajuste lo está pagando la actividad privada”, enfatizó.

“Y menos lo harán el año próximo, cuando tanto la Nación como las provincias, necesiten dinero para las campañas. Entonces, yo diría que el año que viene, con las elecciones, será muy difícil levantar el sistema de retenciones. Pero después, con un nuevo gobierno o con éste reelecto, es probable que se ponga en marcha un plan económico menos expansivo y mejoren la recaudación. Y también podríamos tener un esquema económico nuevo, con menos retenciones. De todos modos, serán dos largos años que deberemos pasar”, indicó el economista.

De todas maneras, consideró que probablemente el aumento de la recaudación haría reducir la tasa de inflación hacia el año próximo y, al mismo tiempo, bajarían las tasas de interés hasta llegar al orden del 45%/50%, que sería una tasa de referencia más en línea con la inflación prevista para el año próximo.  “Es muy importante que baje la tasa de interés para que se reactive la economía, porque la gente compró dólares y los tiene guardados, porque dejó de comprar autos, de construir o de viajar”, concluyó.

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