Lo dijo el presidente de FAA, Carlos Achetoni, apenas empezó a circular el rumor sobre un aumento en las retenciones. “Sería un desatino que implicaría que se esté jugando con la gente”, afirmó. Tonello (SRRC) pide “vivir en un país normal”
El presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, confió en la desmentida del ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, acerca del aumento de retenciones a los productos del campo. “Con fío en que sean falsas, de otra forma se trataría de un desatino que implicaría que se estaría jugando con la gente“.
“Los pequeños y medianos productores ya no tenemos espalda para seguir aguantando la presión impositiva y fiscal, sin poder acceder al financiamiento, altos costos y bajos precios. Todo esto nos pone al límite y hace peligrar nuestra continuidad como productores. No podemos ni siquiera pensar en nuevas cargas”, aseguró Achetoni.
El dirigente rural analizó la gestión del presidente Macri y resaltó “una mayor inserción internacional”, pero criticó que los productores del mercado interno sufren la caída del consumo y los bajos precios.
“Esperamos que prime la responsabilidad de todos los actores de aquí hasta octubre”, afirmó, y pidió trabajar “para evitar que la macroeconomía siga deteriorándose, porque esto impacta directamente sobre los argentinos y, en particular, sobre los productores más chicos que no son los que especulan, porque casi en su totalidad han tenido que malvender sus producciones para solventar sus deudas”.
Desde Río Cuarto
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, David Tonello, expresó ayer que su anhelo es que, de una vez por todas, los argentinos “podamos vivir en un país normal”.
Se refería Tonello a lo que pasó el fin de semana de las PASO, donde los mercados creían en la previa que podía ganar Mauricio Macri y luego se desesperaron por el triunfo de la fórmula Fernández – Fernández. “Y todo estalló: el dólar subió desmesuradamente, las bolsas cayeron otro tanto y los bonos argentinos en el exterior se desplomaron a la mitad. Y empezaba a cocinarse un proceso inflacionario que aún no sabemos cómo terminará. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto vale lo que vende ni cuánto tendrá que pagar lo que necesita. Se paró la economía, colapsó el sistema financiero, alguien apagó la luz. Un país así, es totalmente inviable”, afirmó Tonello para preguntarse “¿qué nos pasó? ¿Por qué nadie previó este desenlace y sus consecuencias? En la era de la tecnología, todas las encuestas fallaron o, lo que sería aún peor, nos hicieron creer una realidad que no existía”.
Consideró entonces que remediar el daño de esta crisis no será fácil, seguramente, pero como productores agropecuarios, proveedores de alimento para millones de personas, “nos conformamos con poder seguir haciendo lo que sabemos manteniendo a nuestras familias y actualizando –dentro de lo posible- la maquinaria y la tecnología que necesitamos para producir. ¿Es esto posible? ¿Estamos pidiendo demasiado? Aspiramos, nada más –y nada menos- que a vivir en un país normal”.
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