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La Córdoba productiva, ¿un “territorio hostil” o un salvavidas para un voraz Estado nacional?

El campo cordobés sabe bien lo que es “integrarse” al país, con una transferencia extraordinaria de recursos al Estado, de los cuales no se rinde cuentas y se manejan discrecionalmente.

 

 

En medio de un escenario electoral adverso y en el momento menos indicado, el presidente Alberto Fernández se refirió a Córdoba como un “territorio hostil” y bregó para que “de una vez por todas se integre al país” y “de una vez y para siempre sea parte de la Argentina, y no esta necesidad de siempre parecer algo distinto”.

 

Estas expresiones formaron parte de un discurso ante unos 150 dirigentes cordobeses para coordinar el último tramo de la campaña en nuestra provincia, totalmente esquiva al Gobierno y donde 9 de cada 10 ciudadanos a la hora de votar buscan otra opción al kirchnerismo.

 

El Presidente quizás lanzó dardos envenenados contra Córdoba porque en las PASO sufrió el peor revés electoral y porque el gobernador cada vez marca más diferencias con la Nación pese a que en diversos momentos sus representantes en el Congreso acompañaron la política central, como por ejemplo con el voto afirmativo al denominado impuesto a la riqueza.

 

Pero la Córdoba productiva sabe bien que más que un “territorio hostil” es un “socio incondicional” del Estado debido a una política tributaria que escarba hasta el fondo los bolsillos cordobeses para transferir recursos fabulosos que luego maneja discrecionalmente para beneficiar, generalmente, a provincias de su color político.

 

Como sucede habitualmente con esta gestión de gobierno, estuvo mal el enunciado y aún peor las aclaraciones. Primero se dijo que se trataba de una falsa noticia, luego al mostrarse las pruebas se indicó que la frase “fue sacada de contexto” y finalmente, ya sin argumentaciones sustentables, la portavoza presidencial atinó a afirmar que “Alberto adora a los cordobeses”.

 

Más allá de la discusión política, el interior productivo cordobés sí percibe que hay una enorme distinción con la Nación: aquí se apuesta al crecimiento, a generar empleo, a vivir de la dignidad del trabajo. No se piden subsidios al Estado sino simplemente que se le saque el pie de encima para producir más y mejor.

 

El fin de semana anterior, poco antes de saltar este video que desencadenó en la polémica, durante la inauguración de la exitosa 87ª Exposición de la Sociedad Rural de Río Cuarto, su presidente David Tonello advirtió sobre todo lo que se lleva el Estado nacional del interior productivo y nunca vuelve.

 

“En nuestra región la asfixia impositiva es más notoria: a nivel país la presión tributaria es del 30,5% pero para la agricultura del departamento Río Cuarto alcanza al 43,7%”, aseguró, para ilustrar que el monto que deja de recibir el departamento por las retenciones es equivalente a 4,5 veces el presupuesto de la ciudad.

 

El Presidente acostumbra a descalificar a los que piensan distinto, sin reparar que está maltratando a una provincia que es un sostén productivo y que con sus recursos le ofrece un “salvavidas” al Estado.

 

(Columna institucional de la Sociedad Rural de Río Cuarto publicada en el suplemento Tranquera Abierta de diario Puntal).