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Rogelio Fernández: “La Rural es nuestro lugar”

“En la rural nos encanta mostrar lo que tenemos y sobre todo acercarle a nuestros clientes aquello en lo que nos encontramos innovando, pero particularmente siempre tratamos que nuestro stand sea un espacio en el que compartimos una bebida, una comida, porque para nosotros la Rural es una fiesta y nos gusta vivirlo de esa forma”, asegura Rogelio Fernández  quien, junto a su hermano, son la tercera generación de la maderera Don Vicente S.A, y actualmente llevan también adelante la empresa Agrovial Fernández. Ambas empresas, confirmó el joven empresario, repetirán presencia este año en la edición Nº 88 de la Exposición ganadera, comercial, industrial y de servicios de la Sociedad Rural de Río Cuarto a desarrollarse del 7 al 11 del próximo mes de septiembre.

Con casi veinte años de trayectoria, la maderera debe su nombre al abuelo de Rogelio y de su hermano Franco, Don Vicente, que fue quien empezó a trabajar con postes y varillas, fabricando tranqueras, y generó la posibilidad de que sus nietos puedan hoy innovar incorporando otros materiales como caños galvanizados, más relacionados con la ferretería industrial que con la madera, y que, incluso, puedan ampliarse y haber creado Agro Vial Fernández, empresa dedicada a las maquinarias agrícolas. Porque, como dice Rogelio, lo importante es estar atentos a lo que el campo pide, a la demanda de quienes son sus clientes: “hoy el campo nos está pidiendo no solamente los bretes y las mangas sino que también ya estamos en una etapa que estamos pasando de la madera a la estructura de caño, hoy estamos trabajando con Mecano, tenemos ferretería industrial, estamos trabajando con Acindar, y en eso tenemos una amplia cantidad con stock permanente”, asegura Rogelio Fernández.

El secreto de la permanencia y del continuo crecimiento, para Rogelio está en la perseverancia y en la decisión de mantener el stock, incluso frente al comportamiento errático de la economía argentina, “lamentablemente tenemos cambios económicos complicados, movimientos económicos que no acompañan, pero tampoco podemos desabastecer a nuestros clientes, por algo tenemos casi veinte años en el mercado;  no es fácil para ninguna empresa de ninguna parte del país pero yo creo que hay que ir llevándolo, yo digo siempre que en nuestro país cada lunes tenemos una Argentina nueva, que hay que saberla llevar y hay que saberla estudiar;  no es fácil para nadie, pero tampoco es imposible”.

En esto de estar atentos a lo que el cliente demanda, el nieto de Don Vicente, confiesa que estamos en un momento en que la madera está pasando a un segundo plano, ya que lo que se busca es materiales que aseguren resistencia a largo plazo, y en ese sentido, los caños galvanizados le están, poco a poco, ganando la pulseada a la madera, “ya no tenemos madera como teníamos antes, la madera ya no está más seca como estaba antes, entonces tratamos de ofrecer materiales con los que la gente pueda trabajar en dos o tres etapas distintas de producto sin problemas a corto plazo, que se pueda trabajar en segunda o tercer generación y que sean productos que duren”.

Cuando apela a su memoria y a tanta vida vivida en los galpones de su abuelo primero, luego con su padre, y ahora codo a codo con su hermano Franco, Rogelio Fernández, recuerda el día en que, a modo de broma, unos empleados de la empresa lo señalaron frente a unos clientes como el jefe de la empresa, y él, desde sus siete años no supo que decir pero sí descubrió que algún día tomaría la posta como efectivamente lo está haciendo, continuando una trayectoria caracterizada por el trabajo de sol a sol, muchas veces con muy poco descanso. Y, desde ese lugar, rescata la relación con los clientes, y la costumbre de visitarlos en su espacio, más allá de los negocios que se puedan cerrar en la empresa, “buscamos no perder el contacto con el cliente en su ambiente, en su campo, en su lugar, no tenemos problema de ir y llegarnos para asesorarlos, en nuestra empresa podemos tomar un café pero siempre estamos con la cabeza a mil, por eso nos gusta cuando nosotros vamos a campo y charlamos con el cliente en el lugar que siente propio”. Y en ese sentido, Rogelio Fernández, compara esas visitas con lo que pasa cada año que repiten presencia en la Rural de Río Cuarto, como lo harán este año prometiendo incluso volver a instalar el fogonero que tantas visitas cosechó el año pasado: “vamos a volver a hacer el fogonero, y ofrecer a cada quien que pase bebida, comida y un rato agradable compartido, y para nosotros es la posibilidad de renovar el contacto con el cliente, por eso los invitamos a todos que vengan, ojalá que nos hagan lindos días y que podamos disfrutar como pasó el año pasado”.