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2022: El año en el que nos volvimos a encontrar

Vaya año el 2022, fue el de los reencuentros de verdad, ya sin barbijo ni distancia social y, sobre todo, sin casi miedos. En el 2021 casi que no lo creíamos posible hasta que llegó el 22 que, si bien, mantuvo durante sus 365 días, en especial sobre los últimos, la amenaza de covid latente, lo cierto es que nos dejó respirar, nunca más literal la comparación, y nos permitió acercarnos otra vez a todos, conocidos y desconocidos, para volver a practicar uno de los deportes preferidos de los argentinos como son los rituales del encuentro.

En el caso de la Sociedad Rural de Río Cuarto celebró esta hermosa posibilidad, volviendo un sueño realidad, el Instituto Educativo de la entidad, que se había imaginado tantas veces, por fin, daba su primer paso y vivía su acto inaugural con la bienvenida a los alumnos que cursaron el primer año del secundario del instituto. El acto estuvo presidido por el titular de la entidad ruralista, Lic. David Tonello, acompañado de la Lic. Estela Mármol, que fue una de las autoras del proyecto que dio origen al instituto, y de la Prof. Lucía Zonni Monge, flamante directora del mismo. También estuvieron presentes, el resto de la Comisión Directiva de la entidad, el intendente de la ciudad de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, su par de Las Higueras, Alberto Escudero, además de autoridades provinciales, municipales, gremiales, y representantes de otras instituciones educativas secundarias de la ciudad.

Por otro lado, también la Sociedad Rural de Río Cuarto por supuesto aprovechó la puerta abierta que dejó este respiro de post pandemia y ya, desde muy temprano en el año, se comenzó a trabajar en ella para revivir en su época natural tanto a la tradicional Exposición de Otoño y, por supuesto, a la tradicional de Septiembre que, es por lejos e históricamente conocida por ser la más convocante. Para ambas se pensó, desde un principio, en agregar condimentos especiales, hacerlas distintas y únicas, aún conservando sus características de siempre

Así fue como, del 1 al 5 de junio, se desarrolló la edición número 68 de la Exposición de Otoño que, esta vez, no sólo sumó visitantes nuevos como fueron los canaricultores de Río Cuarto y la región que la vistieron de trinos y coloridos varios, sino que tuvo un cierre muy especial con el 1º Almuerzo para la familia que reunió a más de 700 personas en torno a mesas dispuestas en el salón grande de la Rural. Además, en uno de los días de la muestra se desarrolló una jornada de producción ovina que incluyó la degustación de este tipo de carnes en distintas ofertas culinarias. Y, por supuesto, los animales fueron los protagonistas, en primer lugar los porcinos como es característico de la exposición de otoño, pero también se pudo ver, ganado ovino, también bovino con el desarrollo del 48º Concurso de novillos terminados y el 1º de Vaquillonas terminadas, e incluso hubo lugar para los equinos con un encuentro de criollos que deslumbraron con las típicas pruebas Aparte Campero, Felipe Z Ballester y Roberto J Dowdall; en síntesis y en suma, durante esos primeros días de junio se vivió una verdadera fiesta de la ruralidad, como presagio de lo que sería la grande, que llegaría luego en septiembre.

De esa manera y con el desarrollo de la muestra de otoño, las puertas del predio de la Rural de Río Cuarto quedaron abiertas y no se cerraron más hasta el acto de cierre del Instituto Educativo en que todos coincidieron en la necesidad de iniciar el merecido descanso. Pero hasta que ese momento llegó, la actividad de la entidad ruralista no se detuvo nunca encontrando su punto cúlmine en la más esperada que nunca, edición número 88 de la Exposición ganadera, comercial, industrial y de servicios y la 36º Feria nacional e internacional de artesanías, que terminó con cien mil gracias para dar. Es que, precisamente, alrededor de cien mil fueron las personas que se sumaron a la fiesta que desde el primer día, aquél 6 de septiembre, propuso la muestra más convocante del sur provincial; ya lo dijo el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, a principio de año, cuando la definió como la más importante del interior del país y la segunda después de la de Palermo. Ésta, la número 88 fue distinta desde el primer momento, y eso quedó más que evidente con el mencionado récord en la convocatoria, pero también la hicieron distinta, la calidad de los animales, que despertaron la admiración de jurados, productores y visitantes, tanto en lo que hace a bovinos, a porcinos, a ovinos y también a equinos. También fue distinta, la Expo 88 porque se decidió, por primera vez, transformarla en un evento sustentable invitando desde el minuto cero hasta el último, a todos quienes formaron parte de ella a sumarse en lo de separar residuos y sumar a la posibilidad de recuperación y reciclaje. También fue diferente en la decisión de brindar homenaje, aprovechando la instancia del acto inaugural, a los veteranos y caídos en Malvinas al cumplirse 40 años de la gesta de Malvinas; a los docentes que celebraron su día en el transcurso de la muestra que se desarrolló hasta el 11 de septiembre inclusive; y a la madre tierra por su prodigalidad y fecundidad indispensables para sostener la vida de todo lo que existe. Pero, sobre todo, la edición 88 fue diferente por la gran fiesta que propuso, por la posibilidad del encuentro que prodigó y, porque una vez más, pero ahora sin restricciones demostró que la hospitalidad, la bienvenida y las puertas abiertas son las características que distinguen a la Rural de Río Cuarto y que provoca que todos quienes se acercan se sientan como si estuvieran en casa.

La muestra de septiembre dejó la sensación hermosa del deber cumplido y las expectativas superadas, y por supuesto, la necesidad de seguir sumando acción a la vida de por sí dinámica de la Sociedad Rural de Río Cuarto. En paralelo, el año lectivo del Instituto educativo de la entidad, avanzaba con su propuesta innovadora que plantea aprendizajes basados en la resolución de problemas. Siguiendo ese objetivo y con la particularidad de ser un colegio con orientación agro ambiental, el equipo educativo todo, allá por mitad de año, les preguntó a los alumnos, ¿qué harían si tuvieran que bombardear el bosque nativo?. La primera respuesta fue instintiva y de rechazo porque no estaba en el interés de ninguno, bombardear nada, y menos al bosque nativo; sin embargo, cuando directora y docentes explicaron que buscaran una manera de bombardear que fuera amigable, empezaron a aparecer opciones que fueran cuidadosas con nuestra madre tierra. Entre ellas, los chicos descubrieron que existe algo que se llama bomba de semillas, que las puede hacer cualquiera y que sirve para reforestar nuestro entorno. Así fue, como casi terminando el año, y luego de haber hecho una buena provisión de estas bombas, se embarcaron a un campo cercano a bombardear el bosque pero amigablemente, la experiencia fue de gran riqueza y sólo basta ver la galería de fotos que sigue a continuación para comprobarlo.

Otro de los espacios habitados permanentemente en el predio de la Rural, es el que llenan de luz y amor cada semana, el equipo de profesionales, voluntarios, alumnos y docentes del Centro TACAs Equinoterapia. Allí, durante todo el año se trabaja en un estrecho vínculo entre los caballos y los pacientes para lograr mejorar la calidad de vida de estos últimos, algo que se logra  gracias a la entrega y vocación de los profesionales y voluntarios que allí se desempeñan y a la confianza de pacientes y familias. Este año, el Centro TACAs consiguió lo que venían postergando por la pandemia, renovar la fachada de ese espacio que transforman en hogar cada semana. Gracias al trabajo mancomunado con docentes y alumnos del colegio Santa Eufrasia consiguieron vestir de imágenes y color las paredes de ése, que es su lugar. Las imágenes que inmortalizaron en los murales, además recrean acciones propias de la terapia asistida por caballos, por lo que cumplen la doble función de embellecer el lugar y ayudar a los pacientes a aprender hábitos también apoyándose en ellas.

Si bien los criadores de caballos criollos dijeron presente cada vez que desde la Rural se los convocaba, este año, además, en octubre asistieron orgullosos al Encuentro B que logró dejar la C atrás y ascender de categoría. Tal como lo explicara en su momento, uno de los organizadores del evento, el jinete Pablo Martinez, comisario de equinos de la Rural, dicho ascenso se debió a la gran convocatoria que vienen teniendo este tipo de encuentros y a la gran calidad de los animales exhibidos. Por supuesto, como cada vez que se trata de caballos criollos, la fiesta y el divertimento estuvo asegurado a través de las pruebas características, Felipe Z Ballester, Roberto J Dowdall y por supuesto el Aparte Campero que invita a las familias al disfrute y al encuentro.

Seguro que quedan infinidad de eventos por recordar, pero estos mencionados anteriormente, se destacan por haberle aportado vida, alegría y posibilidad de encuentro al día  a día de una institución que cada año, sólo queda conforme si logra dar un paso más hacia la integración de la ruralidad con la urbanidad. Porque, al fin y al cabo, si miramos bien, no lograremos encontrar línea que divida una de otra, se trata de personas buscando una convivencia en paz, y una calidad de vida cada vez mejor para todos. Es el deseo de todos quienes forman la gran familia de la Sociedad Rural de Río Cuarto que el 2023 venga cargado de amor, paz, trabajo y encuentro para todos.