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En la Rural, el año se despide compartiendo charla, risas y asado

Abrir las puertas, trascender a la institución, generar espacios de encuentro, de intercambio y de escucha permanente.

Apostar a la acción y al compromiso de la palabra. porque lo que se dice vale sólo si después lo que se hace va en consonancia con lo que se ha dicho.

Trabajar con la conciencia de que no existen mejores que otros, que todos somos importantes con nuestro aporte desde el lugar particular que nos toca y ocupamos.

Convencidos de que al motor de la sociedad lo movemos entre todos, tanto el obrero de la construcción, como el emprendedor que decide arriesgarse, el ingeniero, el docente, el personal de salud, quienes trabajan en la administración y los artesanos que van de feria en feria, también el productor que apuesta por la ganadería y el que lo hace por la agricultura, por el tambo o por el agregado de valor. Todos somos parte importante de esta inmensa maquinaria que nos encuentra adentro buscando tener cada día un presente y un mañana mejor.

Con la certeza de que la búsqueda de la mejora de la educación para los que vienen de atrás, es el camino que siempre hay que transitar y la lucha que no se debe abandonar.

Esas son las convicciones que anidan en el espíritu que alimenta las intenciones de todos quienes integran la familia de la Rural de Río Cuarto. Y en la foto estuvimos todos quienes pudimos estar, en representación de todos quienes habitual o esporádicamente dicen presente en las actividades de la Rural, y la tomamos después de compartir la mesa en la que no faltó ni la charla, ni las risas ni el asado

Por eso es tan fácil sentirse en la Rural como si estuviéramos en casa, rodeados de gente con la que nos sentimos inmediatamente en confianza, y que nada más llegar se transforman en personas queridas y queribles. Por eso no se siente trabajo el trabajo sino desafío por aportar para construir una Argentina cada vez más cerca de la que nos merecemos, que tenga espacio para todos, en la que se equilibren las diferencias y que su prodigalidad se note en las oportunidades que no distingan procedencia, sino que ofrezcan por igual la posibilidad de ganarse una vida digna a cada uno.

Un año se va y otro llega. Por eso brindamos, con David Tonello, presidente de la entidad, presidiendo el brindis y pronunciando un gracias agigantado y extensivo a todos, y albergando el deseo de “una patria más justa, que rinda culto al trabajo y en la que el esfuerzo encuentre su merecida recompensa”.

El 2022 se va y nos deja cargados de objetivos logrados, pero también de metas por alcanzar; mientras que el 2023 avanza a paso firme y sostenido con sus brazos abiertos y millones de oportunidades para aprovechar. Es el deseo de la familia de la Rural de Río Cuarto que este 2023 que llega nos encuentre sanos, con trabajo, rodeados de amor y prosperidad, y decididos a aportar para construir cada día un país mejor y con espacio para todos. ¡Muy Feliz Año Nuevo!