Productores hicieron ayer cortes de ruta en reclamo de salvaguardas; acusan al país de dumping.
SANTIAGO.- Una fuerte presión gremial recae sobre las autoridades chilenas para que apliquen salvaguardas a la importación de maíz proveniente desde la Argentina, a la que acusan de competencia desleal y dumping por los subsidios estatales que recibe.
Ayer, distintos grupos de productores cortaron por segundo día consecutivo la principal ruta del país, la ruta 5, a la altura de la ciudad de Linares, unos 300 kilómetros al sur de Santiago, con el fin de presionar a la comisión nacional encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de las mercaderías importadas (CDNP), que se reunirá hoy para analizar el tema. El camino debió ser desbloqueado por Carabineros.
La comisión ya había levantado la semana pasada una sobretasa del 10,8% al ingreso de maíz partido procedente de la Argentina, tras solicitudes de la poderosa agrupación de productores local, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
En esa ocasión, el presidente gremial, Patricio Crespo, alertó sobre el siguiente paso de los productores. “Seguimos atentos a las decisiones que debiera adoptar en los próximos días la CNDP para resolver a favor de la solicitud de salvaguarda al maíz grano planteada por los agricultores del Sur”, dijo Crespo.
Según los productores chilenos, los argentinos consiguen una ventaja artificial por intermedio de los impuestos diferenciados a las exportaciones. Acusan al gobierno de controlar cuánto y en qué momento exportar, provocando abundancia en el mercado chileno y bajando los precios. Uno de los legisladores que apoyan las presiones gremiales es el senador oficialista Hernán Larraín, que pidió que se resguarde la producción local del maíz. “La medida antidumping sólo se refiere al maíz partido, pero se requieren salvaguardas para el grano entero […]. Los ministros han comprometido sus mejores esfuerzos para que así sea”, explicó Larraín.
El conflicto maicero llegó a los medios de comunicación mediante una campaña pública de los productores de huevo, cuyo principal insumo es precisamente el maíz grano. “La alimentación de las aves es el costo más relevante en la producción de huevos, por lo que la aplicación de una salvaguarda produciría un importante aumento en los costos de los productores”, se quejó el gerente general de la Asociación Gremial de Productores de Huevos de Chile (Asohuevo), Patricio Kurte. Otro de los gremios que se oponen a las salvaguardas es la Asociación Chilena de Productores de Cerdos (Asprocer), que argumenta que la producción local del maíz no da abasto y obliga a importar el 40% del producto. “El maíz partido procedente de la Argentina no es un sustituto directo del maíz grano chileno [..]. Este producto tiene un uso limitado en el sector porcino y no afecta el precio del maíz nacional”, dijo el gerente general de Asprocer, Rodrigo Castañón.
Junto con el maíz, la importación del trigo entero y partido desde la Argentina también ha sido tema de discusión durante los últimos años, con numerosas salvaguardas a su ingreso.
Por Carlos Vergara | LA NACION