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Las tres irracionalidades del sistema impositivo en la Argentina

En la Argentina nos estamos introduciendo lentamente en un tema que parece estar vedado entre nosotros, históricamente. Es un país donde no se habla de impuestos .

Cuando uno se aproxima a las discusiones que está llevando adelante el Gobierno con los gobernadores, las provincias y los empresarios, advierte que puede haber razones históricas, pero hay razones mucho más presentes para que no se discuta de impuestos, ya que no solo a la clase política no le conviene discutir de impuestos, sino que tampoco a los sindicatos, empresarios y a un sector de la economía.

A medida que uno se aproxima a la discusión impositiva, empiezan a aparecer irracionalidades muy llamativas sobre cómo se manejan los argentinos con el dinero, con el sostenimiento del Estado, con cuáles son las obligaciones como contribuyentes y cuáles son los derechos que se toma el Estado ante la sociedad como recaudador de impuestos.

Todo eso es un campo en el que es mejor no mirar porque cuando se mira se ven estas disputas.

Hay tres irracionalidades que están aflorando y que son difíciles de identificar porque no se discute de impuestos.

La primera contradicción tiene que ver con que, entre los distintos impuestos que pensaba reducir el Poder Ejecutivo, había uno sobre los productos electrónicos, especialmente computadoras y celulares.

Esto tiene que ver con la industria que importa celulares y computadoras y los arma en Tierra del Fuego. Se dice que hay plantas en China que desarman computadoras para la Argentina.

La irracionalidad no viene del gobierno anterior ni del otro, sino que del ’70, cuando la paranoia de que se pierda la Patagonia hizo que se genere un régimen de industrias.

Quien ensambla productos en Tierra del Fuego, no paga impuesto a las ganancias , no paga IVA y no paga arancel de importación. Esta era la principal razón para radicarse en Tierra del Fuego.

Además de estas protecciones, en el año 2009 estos empresarios consiguieron una ley adicional por la cual se le agrega un castigo impositivo a los productos importados que compiten con los que se ensamblan en Tierra del Fuego.

Además, el Mercosur tiene una barrera arancelaria del 16%. En 2009 agregaron otra protección que es un impuesto de 21% adicional respecto de los productos que compiten con los que se ensamblan allá.

Empieza una negociación donde habló la gobernadora de Tierra del Fuego que dice que es imposible tocar este régimen porque la gente se va a quedar en la calle. Los empresarios comenzaron a presionar sobre el Ministerio de Producción, de Hacienda, de Trabajo, alertando sobre un conflicto social en la provincia del Sur y se llega a un acuerdo que se firmó hoy. Ese acuerdo consiste en que esa protección del 21% que les concede el impuesto, va a ir bajando hasta el año 2023 que llegaría a cero.

La protección real no es de 21%, es del 14% porque la provincia de Tierra del Fuego les aplica un impuesto que no se lo aplica a los importados. Sería del 12% el año que viene hasta llegar a 0 o 2 en el año 2023. Gradualismo.

El acuerdo que se firmaba hoy, tenía unos considerandos muy importantes en el original probablemente para generar cierto malestar o vergüenza en los empresarios que se benefician con ese régimen porque decía que la cesión que hace el Estado es de 30 mil millones de pesos por año.

Los empresarios de Tierra del Fuego se dieron vuelta, se sentaron frente a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y le dijeron al sindicato que por dos años no iba a haber paritarias y Alfredo Caló aceptó sin chistar. Algo raro. Se entiende porque el sueldo promedio que pagan estas empresas con estos niveles de protección es aproximadamente de 70 mil pesos. No hay empresa que pueda radicarse en Tierra del Fuego si tiene que competir con esos salarios porque todo el mundo quiere trabajar en una electrónica.

Curiosamente este sector está liderado por dos empresarios: Rubén Cherñakovsky , que fue el recaudador de campaña de Daniel Scioli , y Nicolás Caputo , el recaudador de campaña de Mauricio Macri , íntimo amigo del Presidente.

Macri suele decir que se acabó para el país la era de las avivadas y de los atajos. Suele decir que hay más o menos 580 argentinos que habría que mandar en una nave espacial a la luna para que los problemas se empiecen a solucionar. Vamos a ver si Macri lo sube o lo baja de la nave a su amigo Caputo, que tiene este tipo de beneficios.

La segunda irracionalidad es algo que en la Argentina se inventó en las provincias hace muchísimo el impuesto a las ventas y que después se llamó Ingresos Brutos.

Se empezó a aplicar sobre cada tramo del proceso económico.

Es un impuesto que se va cobrando en cascada en todos los tramos del proceso económico, con una peculiaridad: en el caso del IVA, uno puede descontar el impuesto del insumo que compró, acá no.

Con lo cual, cuando uno compra un bien final, en la Argentina probablemente el 50% sean impuestos. Estos impuestos los cobran las provincias y se calcula que todos juntos sean, más o menos, cinco puntos del PBI, que equivalen a unos 25 mil millones de dólares. El Gobierno intenta abrir la discusión sobre este impuesto que es asfixiante, pero hay provincias que no quieren abrir la mano.

En cuanto a la provincia de Buenos Aires, más o menos el 40% de sus ingresos depende de este impuesto pero como María Eugenia Vidal pertenece al equipo de Macri, tuvo que decir “lo bajo”. Para Horacio Rodríguez Larreta , este impuesto es más o menos el 65% de su recaudación, y tuvo que bajar la cabeza también porque Macri se lo dice. Para Córdoba y Santa Fe, este impuesto representa aproximadamente el 20%. Esta será la discusión del jueves. Los demás gobernadores lo van a acompañar pero no reciben tantos ingresos de ese impuesto, sino que reciben más de la coparticipación.

En relación a la tercera irracionalidad, por el Fondo del Conurbano la provincia de Buenos Aires se lleva solo 650 millones de pesos cuando en verdad se recaudan 52 mil millones para todas las provincias.

Todo esto se está rediscutiendo, va a haber una reforma jubilatoria, se va a calcular distinta la actualización, de eso va a sacar 40 mil millones de pesos que van a ir al Fondo del Conurbano y el resto la Provincia lo recibe de manera muy interesante porque se suprime el Fondo y esa plata se redistribuye por el índice de coparticipación y al final la Provincia recibe más.

Tres irracionalidades difíciles de concebir: un régimen de protección irracional del que se benefician empresas que están radicadas ahí desde hace mucho tiempo, emplean a nueve mil personas; ingresos brutos asfixiantes de un impuesto que se fue deformando y que se paga sin saber en cada cosa que se consume; y un Fondo del Conurbano bonaerense que está destinado a cualquiera menos a los bonaerenses.

El jueves se dará la discusión. Se supone que el viernes van a mandar las leyes al Congreso , los legisladores que dependen del gobierno van a establecer un diálogo con Macri para aprobar estas leyes y estas reformas.

El Gobierno quiere que los gobernadores vayan a respaldarlos y quieren que vaya Alicia Kirchner para que firme los acuerdos.

El peronismo está en un dilema. No le puede decir que no a Macri porque da la impresión de que va a gobernar durante los próximos seis años.

En la medida en que el 2019 se ha vuelto brumoso y muy incierto para el peronismo, no tiene otra chance que acordar. Pero es un dilema porque Macri que les sacó votos, ahora les pide dinero.

Además, el Presidente les pide que le den a alguien con 70% de imagen positiva, 60 mil millones de pesos adicionales. Ese alguien es Vidal. Muchos peronistas piensan que si además de popularidad, tiene plata, va a seguir ganando la Provincia y los peronistas no vuelven más.

Carlos Pagni LA NACION